Abstract
El sector público juega un rol crucial para la economía y la competitividad de un país. El Estado formula políticas públicas que orientan la actividad económica de manera directa, definiendo así lo que algunos llaman “reglas del juego”. Adicionalmente, la estabilidad resulta crucial para lograr crecimiento, lo que exige por ejemplo en materia de política fiscal que el Estado mantenga dentro de límites razonables su nivel de gasto y deuda para mantener un buen grado de inversión