Abstract
El mundo ha presenciando un formidable deterioro de su hábitat y sus reservas naturales. El sostenido crecimiento de la población y de la actividad económica explica este fenómeno. El daño se denota en el agresivo avance del calentamiento global, la contaminación del aire y las aguas, el incremento en los desechos residuales y la devastación de recursos boscosos.