Abstract
Un especialista en administración pública alguna vez comparó dirigir una entidad pública con manejar un barco a la deriva y sin timón. Y es que, de cara al objetivo de lograr competitividad, uno de los aspectos que más se ha resaltado como obstáculo de la gerencia pública consiste en lograr que el Estado mejore su eficiencia y productividad, agregando valor social, potenciando la calidad del servicio que presta a la comunidad.