Abstract
Panamá, como muchos países en desarrollo, enfrenta las denominadas "nuevas trampas del desarrollo" siendo estas
los obstáculos que incluyen el estancamiento de la productividad, vulnerabilidades sociales incrementadas, retos
institucionales y la presión sobre los recursos naturales, entre otros. Estas dinámicas limitan el desarrollo sostenible
y plantean la necesidad de reformas estructurales profundas para avanzar hacia un modelo de crecimiento más
inclusivo y resiliente. Debemos enfocarnos en ser un país más competitivo para que el desarrollo económico
sostenible se traduzca en beneficios para toda la sociedad.