Abstract
Los emprendedores, al desarrollar e implementar sus ideas, se convierten en agentes que impulsan las economías. Al constituirse en negocios productivos, generan empleos y aportan recursos al Estado; además, con una mayor aplicación de innovación y de tecnología, sus probabilidades de crecer y desarrollarse sostenidamente se incrementan. Hay que destacar que existe una relación clara: a mayor emprendimiento, menor pobreza. Al analizar la cantidad de empresas versus la tasa de pobreza general a nivel provincial, se observa que las provincias que tienen mayor número de empresas registran a su vez menores tasas de pobreza, lo cual reafirma la idea de que la riqueza es generada por las empresas y estas contribuyen al cierre de brechas y desigualdades sociales y económicas.