Abstract
Panamá ha tenido un crecimiento sostenible durante las pasadas décadas principalmente como consecuencia de dos condiciones: su alto nivel de apertura económica y su competitividad. Por ejemplo, el crecimiento real del país en el período comprendido desde el 2001 ha sido en promedio de 7.2%, lo cual implica más del doble del de crecimiento de la región en ese mismo período.