Abstract
Panamá ha pasado de ser una economía de alta estabilidad de precios y bajo crecimiento a una economía de alto crecimiento, pero de más inflación. La inflación en Panamá ha aumentado por una mayor demanda agregada, y por la existencia de barreras en el lado de oferta. Por eso son necesarias políticas que faciliten la competencia y que moderen el crecimiento, o cuando menos reduzca las fluctuaciones de la tasa de crecimiento.