Abstract
Un buen sistema educativo es la base para lograr mayor movilidad vertical que crea mayor equidad y prosperidad compartida a nivel social. En la búsqueda del crecimiento y la equidad, ningún país puede permitirse ignorar la educación superior. Mediante la educación superior, un país forma mano de obra calificada y construye la capacidad para generar conocimiento e innovación, lo que a su vez impulse la productividad y el crecimiento económico.